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1 – ¿Cuáles son las proteínas favoritas? Las de origen natural son las más recomendadas. Las proteínas naturales se dividen en vegetales y animales. Las vegetales son legumbres, frutas, algas y algunos cereales (ideales para los vegetarianos). Las animales están en lácteos, huevos, carnes y pescados.
2 – ¿Cómo seleccionar la proteína adecuada? En tiempos de crisis económica y carestía, a veces no es sencillo aumentar el consumo de carne, pescado o lácteos. Entonces, los suplementos en polvo son una opción más asequible para satisfacer los requerimientos diarios de proteína.
3 – Leer bien. Es importante revisar las etiquetas para conocer los valores de proteína que contiene determinado suplemento. En caso de no estar seguro sobre cuál es el más indicado, hablar con un nutricionista que aconseje sobre la mejor proteína para las exigencias individuales. Si busca impulsar la masa muscular, la más fácil de digerir es el suero de leche, que se asimila rápidamente. Y las proteínas de digestión lenta, como la caseína, son excelentes para reponer la energía.
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🟧 ‼️PRO & CONTRA
Como cualquier otro nutriente, las proteínas tienen sus pro y contra. Una de las principales ventajas es que construye y repara el tejido muscular, especialmente eficaz para los deportistas y los que practican actividad física regular. Además, mantienen un sistema inmunitario saludable porque producen anticuerpos que combaten las infecciones.
No obstante, el excesivo consumo tiene obstáculos. Por ejemplo, la elevada ingesta hace que los riñones deban esforzarse más en desechar los residuos durante el proceso metabólico de las proteínas. Como resultado, hay riesgos de daños renales o incluso la insuficiencia renal en casos más graves.
Algunos estudios sugieren que consumir demasiadas proteínas provoca un aumento de peso, un alto nivel de colesterol y enfermedades cardiacas. Esto se debe a que alimentos ricos en proteínas contienen muchas grasas saturadas y colesterol. Los informes de organizaciones médicas, incluida la OMS, abogan por la reducción de la ingesta de grasas saturadas para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
✅ Las necesidades proteicas varían según la edad, el sexo, el nivel de actividad física y otros factores individuales. Algunas de las principales fuentes de proteínas son: Carnes: Carne de res, pollo, cerdo, cordero, pavo. Pescados y mariscos: Salmón, atún, trucha, camarones, langostinos. Huevos: Una fuente de proteínas completa y de alta calidad, ricos en otros nutrientes como vitaminas y minerales. Lácteos: Leche, yogur, queso, requesón. Legumbres: Lentejas, garbanzos, frijoles, guisantes. Frutos secos y semillas: Almendras, nueces, cacahuetes, semillas de chía, semillas de cáñamo, entre otros.
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