El 40 % de la población mundial sufre algún tipo de alergia, ya que la contaminación y los hábitos alimenticios contribuyen al aumento de la enfermedad. Debido a esto, las alergias se han transformado en una superpandemia del siglo XXI.
¿Qué es una alergia? Una reacción exagerada de nuestro organismo a una sustancia. Por ejemplo, si una persona alérgica está expuesta al polen, su sistema inmunitario cree que la partícula es dañina y reacciona en consecuencia. Entonces, desarrollamos una hipersensibilidad a una sustancia porque nuestro sistema inmunitario la considera como un patógeno (virus o bacteria infecciosa).
A veces el sistema inmunitario se confunde tanto que la reacción es desproporcionada, lo que conduce a un shock anafiláctico/anafilaxia. Las alergias comienzan en la infancia, pero una vez que se han establecido, persisten durante toda la vida y no hay cura. Sí, hay tratamientos que controlan los síntomas.
1 – Alergia al polen. Es la más común, causada principalmente por árboles de plátano, olivos, hierbas, cipreses y algunas flores. Durante el día, no deje abiertas las ventanas de la casa. Las actividades al aire libre, como caminar, deben realizarse en las últimas horas de la tarde o después de una lluvia fuerte, cuando la cantidad de polen es menor. Los síntomas son típicos de la rinitis alérgica: estornudos, picazón en la nariz y el paladar, congestión y secreción nasal, irritación ocular.
2 – Alergia a los ácaros. Los arácnidos muy pequeños habitan en el polvo y en lugares húmedos. Los síntomas de esta alergia son los de la rinitis alérgica, aunque algunas personas también experimentan síntomas similares al asma. Es necesario mantener la higiene en camas, muebles y alfombras, sitios en los que los ácaros depositan los excrementos, alérgenos que nos hacen hipersensibles.
3 – Alergia alimentaria. Las reacciones alérgicas suelen ocurrir poco después de ingerir un determinado producto, como nueces, mariscos, frutas, pescado, huevos, leche, trigo, soja o cacahuetes. Naturalmente, no todos somos alérgicos a los alimentos. Con el tiempo, el alergénico debe aprender qué alimento es bueno o malo para él. Síntomas: picazón u hormigueo en la boca, hinchazón de los labios y otras áreas del cuerpo, dolor abdominal, diarrea, náuseas, vómitos, mareos, desmayos, dificultad para respirar.
4 – Alergia al pelo de los animales. Muy frecuente, sobre todo en perros y gatos. La alergia a las mascotas se debe a la caspa que el animal libera a través de su pelo. ¿Qué hacer entonces? No tener un animalito en casa, pero casi todos prefieren aferrarse al dicho “el perro es el mejor amigo del hombre”. Y después, el gato.
5 – Alergia a las picaduras de insectos. Cuando una persona alérgica es picada por una abeja (entre otros insectos) los síntomas son: hinchazón severa en el lugar de la picadura, urticaria en todo el cuerpo, opresión en el pecho, dificultad para respirar, tos… Incluso puede ocurrir un shock anafiláctico.