Hace tiempo que se sabe que la vitamina D es un nutriente esencial para el organismo, pero su importancia para el cerebro se descubrió hace poco.
Esencial para la función cognitiva, el estado de ánimo y el bienestar mental, la vitamina D es imprescindible para que el cerebro. Los estudios demuestran que las personas con niveles bajos de vitamina D tienen más probabilidades de sufrir depresión y ansiedad.
La vitamina D contribuye a la creación de neurotransmisores en el cerebro y lo protege del daño oxidativo que provoca la muerte de las células cerebrales. También ayuda a mantener los niveles saludables de calcio y fósforo en el cerebro, que son relevantes para su correcto funcionamiento,
Ahora un nuevo estudio sugiere que algunas personas que tienen más vitamina D en el cerebro quizá tengan una mayor agudeza mental. Los investigadores hallaron que cuando los adultos mayores presentan unos niveles más elevados de vitamina D en el tejido cerebral, tienen mejores puntuaciones en las pruebas de memoria y pensamiento, y son menos propensos a sufrir demencia. El estudio, publicado en la revista Alzheimer’s & Dementia, se une a otras investigaciones sobre la vitamina D y el envejecimiento del cerebro.
De acuerdo con la investigadora Sarah Booth, directora del Jean Mayer USDA Human Nutrition Research Center on Aging de la Universidad de Tufts en Boston, su equipo quería determinar como actúa la vitamina D en el cerebro.
Con este objetivo, estudiaron el tejido cerebral mediante autopsia de adultos mayores que antes de sus fallecimientos habían participado en el “Proyecto de Memoria y Envejecimiento”. Este proyecto, que comenzó en la década de 1990, es un estudio a largo plazo que pretende comprender de manera más exhaustiva el envejecimiento cerebral normal y anormal.
Los participantes son sometidos a pruebas cognitivas anuales y dan su consentimiento para que su tejido cerebral sea donado para su estudio tras el fallecimiento. Hasta ahora equipo de Booth examinó el tejido cerebral de 290 participantes del estudio, con una edad promedio de 92 años cuando fallecieron. Se descubrió que la vitamina D estaba presente en todas las áreas del cerebro, incluidas las que presentan anomalías asociadas con el Alzheimer.
En vida, los adultos mayores con más cantidades de vitamina D en su cerebro se desempeñaron mejor en las pruebas cognitivas del estudio. Por cada duplicación de las concentraciones de vitamina D, las personas tenían entre un 25 % y un 33 % menos de probabilidades de tener demencia o deterioro cognitivo leve.