El herpes zóster, también conocido como culebrilla, es un virus provocado por el mismo agente que causa la varicela, el varicela-zóster. Después de que una persona contrae varicela, el virus permanece latente en el organismo y puede reactivarse en el futuro.
El virus se manifiesta a través de una erupción dolorosa, en la cara, alrededor de la boca, el cuello, el cuero cabelludo o los brazos y las piernas, causando picor, quemazón o sensibilidad extrema al tacto.
Cuando el virus se reactiva, generalmente está acompañado de síntomas similares a los de la gripe: fiebre, escalofríos y dolores de cabeza.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., alrededor de un tercio de los estadounidenses desarrolla herpes zóster en algún momento de su vida. Ahora, una investigación dice que las personas con herpes zóster tienen más riesgo de un ataque cardíaco o accidente cerebrovascular.
Entre más de 200.000 adultos estadounidenses, el nuevo estudio encontró que los que sufrieron un ataque de herpes zóster tendrán hasta un 38 % más de probabilidades de sufrir un derrame cerebral en los próximos 12 años, en comparación con aquellos que han permanecido libres del virus. Mientras tanto, el riesgo de enfermedad cardíaca, incluyendo un ataque al corazón, es un 25 % más alto.
El virus reactivado puede entrar en los vasos sanguíneos, lo que provoca inflamación, y esto contribuye a “problemas cardiovasculares” como el ataque cardíaco y el accidente cerebrovascular.
Según Sharon Ellen Curhan, doctora de Brigham and Women’s Hospital, en Boston, e investigadora principal del estudio, “nuestros descubrimientos demuestran que el herpes zóster está asociado con un riesgo significativamente mayor a largo plazo de un evento cardiovascular importante”.
La Dra. Elisabeth Cohen, oftalmóloga y profesora de la Escuela de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, cree que es un buen descubrimiento. “Aunque el herpes zóster es muy común, no se le da la importancia que merece”, dice Cohen, quien investiga las enfermedades oculares relacionadas con el herpes zóster.