La pasta integral posee fibra y el brócoli contiene bastante vitamina A y C. Las fresas y los arándanos también son ricos en vitamina C y fibra. Es comida rápida y sencilla que puede agregarse fácilmente a una avena de cereal o yogur bajo en grasa.
ACEITE DE OLIVA Y SARDINAS. Aunque está comprobado de que los alimentos saludables y densos en nutrientes reducen el riesgo de un infarto cardíaco, tal vez no sepamos cuáles son mejores. Comer grasas insaturadas, como los ácidos grasos omega-3 y el aceite de oliva, reduce los triglicéridos. Y una dieta rica en fibra soluble, en legumbres y algunas frutas y verduras, disminuye los niveles de colesterol LDL.
Las sardinas son una fuente impresionante de ácidos grasos omega-3, junto con el calcio y la niacina. Prepare sardinas frescas a la parrilla, o sardinas enlatadas que funcionan muy bien en ensaladas o sándwiches. La caballa contiene omega-3 y bastante selenio, un mineral antioxidante que protege el cuerpo de enfermedades cardíacas y cáncer.
AZÚCAR Y CARBOHIDRATOS. Los alimentos procesados altos en azúcar y bajos en fibra y nutrientes se relacionan con varias enfermedades. Los investigadores aseguran que una dieta que hace que los niveles de glucosa en la sangre se disparen, está asociada con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, incluyendo los de estómago.
CARNE PROCESADA. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) considera que la carne procesada es un carcinógeno. La carne procesada se refiere a la carne que es tratada para preservar el sabor mediante salazón, curado o ahumado. Incluye perros calientes, jamón, tocino, chorizo y salami.
Más de 800 estudios han encontrado que consumir solo 50 gramos de carne procesada cada día –alrededor de cuatro rebanadas de tocino o un perro caliente–, aumenta el riesgo de cáncer en un 20 %.
COMIDA SOBRE-COCINADA. Cocinar ciertos alimentos a altas temperaturas, como freír y asar a la parrilla, produce compuestos nocivos como aminas heterocíclicas (HA) y glicación avanzada (AGEs). La acumulación excesiva de estos compuestos dañinos contribuye a la inflamación y desarrollo de cáncer y otras enfermedades.
Según la IARC, alimentos de origen animal con alto contenido de grasas y proteínas, así como los altamente procesados, tienen más probabilidades de producir estos compuestos nocivos a altas temperaturas. Entre ellos: la carne, especialmente la roja, algunos quesos y huevos fritos.
Más información: Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer