a un azúcar en la sangre crónicamente alto, lo que estresa a órganos como los riñones, debilita al sistema inmunitario y fomenta la enfermedad cardiaca y el accidente cerebrovascular, entre otras afecciones.
Selvin apuntó que los médicos deberían enfocarse más bien en unos cambios saludables en el estilo de vida y en unos factores de riesgo importantes de la enfermedad, como fumar, la hipertensión y el colesterol alto.
La prediabetes es un indicador de uso común de un mayor riesgo de diabetes en las personas más jóvenes y de mediana edad.
“Es muy común que los adultos mayores tengan unos niveles de glucosa en la sangre al menos ligeramente elevados, pero qué tan probable es que avancen hasta la diabetes ha sido una pregunta sin resolver”, señaló Selvin en un comunicado de prensa de la Hopkins.
El estudio aparece en la edición en línea del 8 de febrero de la revista JAMA Internal Medicine.
Más información
La Academia Estadounidense de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians) ofrece más información sobre la prediabetes.