las personas que los tienen cerca tienen más oportunidades para caminar y recrearse, o disfrutan de una protección contra el ruido y la contaminación del tráfico, por ejemplo.
La moraleja: parece que los árboles son importantes para nuestro bienestar, señaló Kathleen Wolf, científica de investigación social en el Colegio del Medioambiente de la Universidad de Washington, en Seattle.
Wolf, que no participó en el estudio, aseguró que amplía las investigaciones que han encontrado un vínculo entre los “espacios verdes” y una mejor salud.
Un estudio de Reino Unido que se publicó el mes pasado es un ejemplo. Encontró que las personas que pasaban dos horas por semana al aire libre otorgaban unas calificaciones más altas a su salud física y mental que las que preferían quedarse bajo techo.
“Si se tiene un estudio que muestra una asociación, es como un