estudios observacionales y ensayos clínicos encontró que reemplazar la grasa saturada con los carbohidratos refinados que se encuentran en los alimentos procesados bajos en grasa no reduce el riesgo de enfermedad cardiaca.
Por otra parte, elegir grasas poliinsaturadas en lugar de la grasa saturada o los carbohidratos sí lo reduce. Las grasas poliinsaturadas incluyen fuentes tanto vegetales como marinas de grasas insaturadas, como el aceite de oliva y el pescado graso. Esto es así incluso cuando las calorías de esas fuentes conforman un 35 por ciento o más de la dieta diaria.
El Comité Asesor de las Directrices Dietéticas sugiere ahora optimizar las grasas saludables y evitar los productos bajos en grasa o incluso sin grasa que tengan niveles altos de granos refinados y azúcares añadidos. Eso significa que casi todas las calorías de la grasa deben provenir de grasas insaturadas, sobre todo aceites poliinsaturados.
El límite superior de la grasa saturada sigue siendo un 10 por ciento de las calorías diarias. Esto incluye a las grasas de origen animal, como la mantequilla, la crema, el sebo de bovino y la manteca, y los aceites tropicales, como los aceites de palma, de palmiste y de coco.
Más información
ChooseMyPlate.gov del USDA ofrece más información sobre cómo elegir bien las grasas de su dieta.