trabajo, pero que permanezca apartado de conductas problemáticas, como jugar o ver pornografía.
El estudio comparó a personas que recibieron la terapia con personas en una lista de espera para el tratamiento.
“Encontramos una tasa alta de remisión de la adición a internet y a los juegos de computadora en el grupo de tratamiento, en comparación con los controles de la lista de espera”, comentó el autor del estudio, Klaus Wolfling, director de la clínica ambulatoria de adicciones conductuales del Centro Médico Universitario de Mainz.
Hubo 10 veces más probabilidades de que las personas en el tratamiento fueran capaces de evitar las conductas problemáticas en línea, encontraron los investigadores.
El trastorno por juego en internet se añadió hace poco al manual de psiquiatría usado por los médicos para diagnosticar la enfermedad mental, llamado DSM-5. Todavía no es un