universidad Karen Liller, autora del estudio. “En cuanto a los deportistas infantiles, muchas actividades deportivas/recreativas no están organizadas para reportar lesiones, de forma que casi no se han recolectado datos sobre este grupo”.
Liller, profesora de salud comunitaria y familiar, anotó que la falta de información ha sido una barrera.
“No se pueden desarrollar estrategias efectivas de prevención sin el conocimiento sobre los mecanismos relacionados con esas lesiones, incluyendo a las conmociones”, señaló.
Liller y sus colaboradores recolectaron información sobre el estado neurológico de cada niño antes y después de los entrenamientos y los partidos. Eso les permitió evaluar la capacidad de cada jugador de prestar atención, recordar las palabras y las cosas que veían, y de reaccionar con rapidez.
Los investigadores también contrataron a entrenadores atléticos certificados para monitorizar cuándo, dónde y