investigadores. Además, el azúcar en las bebidas energéticas puede aumentar el riesgo de diabetes tipo 2, obesidad y caries.
No solo eso, sino que la popularidad de mezclar las bebidas energéticas con alcohol está en aumento entre los adultos jóvenes, y puede conducir a un consumo excesivo de alcohol y a las amenazas relacionadas, como la conducción bajo la influencia del alcohol, anotó el informe.
“El creciente uso de las bebidas energéticas, sobre todo entre los adultos jóvenes, es causa de preocupación, y amerita un estudio y una vigilancia continuadas”, comentó la autora sénior, Sara Bleich, del departamento de políticas y gestión de la salud de la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de la Universidad de Harvard, en Boston.
“Aunque las bebidas se mercadean para reducir la fatiga y mejorar el rendimiento físico y mental, el consumo frecuente de estas bebidas con mucha cafeína y muy azucaradas se ha vinculado con consecuencias negativas para la salud”, añadió Bleich.
En el estudio, el equipo analizó datos de más de 9,900 adolescentes, más de 12,000 adultos jóvenes y más de 11,000 adultos de mediana edad que participaron en