ejercicio (como las halteras y las pesas rusas) o la calistenia (como las lagartijas y las zancadas), que son comunes en el entrenamiento de intervalos.
La mayorías de las lesiones fueron en las rodillas, los tobillos y los hombros. Los hombres blancos de 20 a 39 años tenían la tasa más alta de lesiones.
Hubo un promedio de casi 51,000 lesiones al año, y la cantidad aumentó junto con el interés creciente en el ejercicio de intervalos.
Se observaron aumentos significativos en el daño en los nervios, las lesiones de los órganos internos, las conmociones cerebrales, las heridas punzantes, las dislocaciones, y las torceduras y esguinces durante el periodo del estudio, según el estudio.
Realizar ejercicio de intervalos sin supervisión aumenta el riesgo de lesiones por una mala forma y