Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles.
Para comenzar el trabajo, su equipo buscó el término “potenciador de la testosterona” en Google, y creó una lista con los primeros 50 complementos que aparecieron.
Alrededor de un 90 por ciento afirmaban que mejorarían los niveles de testosterona. La mitad afirmaba que mejoraban la libido, y casi la misma cantidad afirmaban que hacían que los hombres fueran más fuertes. Alrededor de un 60 por ciento promovían que aumentaban la masa corporal, mientras que un 30 por ciento afirmaban que aumentaban la energía, y casi la misma cantidad se publicitaba para quemar grasa.
Entonces, los complementos se dividieron en sus ingredientes, que incluían vitaminas, minerales, ácido fólico, hongos y una variedad de hierbas. También se midieron las cantidades de los ingredientes, con el fin de compararlas con la recomendación de dosis diaria y los niveles superiores de ingesta tolerable de cada uno de la FDA.
En promedio, cada complemento contenía